El
revenge porn, o porno venganza/vengativo, se refiere a la publicación
sin consentimiento en páginas web pornográficas de imágenes o
vídeos de carácter erótico tomadas en la intimidad. Esta práctica
se hace por parte de una ex pareja a modo de venganza por la ruptura
y, aunque no es nueva, cada vez está más extendida y proliferan las
webs y clubes online.
En
ocasiones las imágenes o vídeos van asociados a los datos
personales de las víctimas, con lo que además de ver vulnerado su
derecho a la intimidad, a la humillación se suman el acoso, el
chantaje, el impacto negativo en el desarrollo profesional, etc.
La
distribución de las imágenes o vídeos puede tener un carácter
lucrativo cuando quien las publica cobra por ello o cuando pretende
cobrar a las víctimas por eliminarlas de la red. En este caso, las
penas que se imponen son mayores. En España el Código Penal castiga
la publicación de imágenes o vídeos sin el consentimiento de las
víctimas.
Por
otra parte, esta práctica no se limita a las webs “especializadas”,
sino que las imágenes y vídeos también se difunden a través de
mensajería instantánea, redes sociales, correo electrónico, etc.
buscando causar un daño mayor al distribuirlas en el entorno cercano
de las víctimas.
Las
víctimas suelen enterarse por los resultados de búsqueda cuando
ponen su nombre, en el caso de que hayan indexado sus datos
personales junto a las imágenes o vídeos, o porque hayan sido
distribuidas en su entorno cercano, redes sociales, etc.
A
nivel internacional existen webs de asesoramiento y ayuda a las
víctimas del revenge porn como Women
Against Revenge Porn o End
Revenge Porn.
Algunos consejos para prevenir el revenge porn:
– Conservar
nuestras fotos y vídeos de carácter íntimo en nuestro dispositivo.
– Evitar
que nos hagan fotos o nos graben vídeos con dispositivos que no sean
nuestros. En caso de que no lo hayamos podido evitar, asegurarnos de
que se borran.
– Si
compartimos imágenes eróticas por mail, Whatsapp, etc.: asegurarnos
de que no se ve nuestra cara ni nada que pueda ayudar a
identificarnos: tatuajes u otras marcas corporales, ropa,
complementos, lugares de nuestra casa, etc.
– Podemos
programar una alerta en Google con nuestro nombre para que nos avise
de lo que indexa.
¿Qué hacemos si hemos sido víctimas de revenge porn?
– Capturas
de pantalla de todo el material que se ha distribuido sin nuestro
consentimiento, tanto en las webs en que se encuentren como de los
resultados de búsqueda. En formato de imagen, PDF, imprimiendolas,
etc.
– Guardamos
todas las imágenes y vídeos, así como los enlaces donde están
ubicados.
– Ponemos
una denuncia en la Policía y buscamos asesoramiento jurídico.
–
Denunciamos
la publicación ante Google, el webmaster de la página donde estén
publicadas, las redes sociales, blogs, etc.
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