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lunes, 28 de diciembre de 2015

Status Quo... ¡No Gracias!



Mucha gente estuviera feliz si yo hubiera aceptado el status quo desde pequeño. Vestirse como todo el mundo, tener el mismo corte de cabello que todos los niños tenían, escuchar la misma música que todo el mundo escuchaba, tener y practicar una religión como todo el mundo, llevarse con los más populares del colegio, hacerse de "buenas amistades", sacar una carrera “productiva” como todo el mundo, vestirse de saco como todo profesional de “éxito”, trabajar para una "empresa de prestigio" [propiedad de algún miembro del Bloque Hegemónico empresarial], tener hijos y llevar una "vida normal". En fin… ser un robot programado del sistema neoliberal, una “rueda de espigas” de la maquinaría, uno más del montón, uno más que no cuestiona nada que acepta de ipso facto lo que los medios de desinformación dicen, lo que un partido político diga, votar por tradición [porque las cosas así han funcionado desde hace 194 años y así deben de seguir funcionando] y no con razonamiento.

Por desgracia de muchos no fue así, mi vida no fue “fácil” [se que muchos han tenido una peor vida que yo, y no creo que tengo el derecho de decir que la mía ha sido la peor de todas].

Nací “privilegiado”, no me hizo falta nada material durante mi infancia y mi adolescencia, tuve un superávit de cosas materiales. Tuve una madre joven amorosa, un abuelo de parte madre que fue como mi padre [lastima que murió cuando yo tenía 15 años]. Desde mis 8 años me di cuenta que en mi casa habían problemas serios. Aprendí a ser actor [al igual que mi madre], de aparentar ante las demás personas que no pasaba nada en la casa y que todas las cosas estaban bien [a pesar que toda la gente sabía la verdad]. Desempeñe un rol dentro de una “familia pantalla” donde toda la semana se vivía un infierno en la casa pero el fin de semana había que aparentar que éramos la familia más feliz y unida del mundo. No voy a ahondar en los problemas, eso es el pasado y como tal debe quedarse en el pasado.

Todo lo que a uno le pasa o vive en el pasado tiene mucho que ver con lo que uno es en el presente. Mis padres querían que yo fuera uno más del montón, no les di el gusto. Me vestía como a mi me gustaba y me sentía cómodo, escuchaba la música que a mi me gustaba y no la que estuviera de moda [cosa que varias veces me decomisaron mis CD’s de Iron Maiden, Metallica, Megadeth y otros ya que mis padres la consideraban como música satánica]. Pertenecí a varios grupos de música [varios de metal y hasta que termine en el género punk y ska punk]. Yo era bajista [de hecho sigo tocando pero en mi tiempo libre]. Me hice tatuajes [cosa que para aquel entonces era un tabú]. Me identifique con el movimiento punk desde los 15 años y desde ahí vienen los cambios más drásticos de mi vida.

El género punk habla mucho de las injusticias sociales y de cómo el sistema nos esclaviza, etc. Entre el punk hay Pop Punk [Green Day y otros] el Punk Clásico [Sex Pistols, The Ramones], el Ska Punk [Rancid, Less Than Jake, The Suicide Machines]  y esta el Hardcore Punk [One Way System, UK Subs, y agrupaciones que tal vez nunca han escuchado], a mi el Pop Punk no me gustaba, me fui con todos los demás. Creo que me he desviado un poco del tema…

En 1992 encontré la música de un grupo que no es punk ni es metal [y en aquel entonces no tenía clasificación], esta agrupación se llamaba Rage Against The Machine. Sus letras eran explosivas, criticaban fuerte sin importar las consecuencias, expresaban el descontento y mostraban el otro lado de una sociedad en decadencia. Por sus letras y sus referencias fue que yo empecé a leer a Ernesto “Che” Guevara, Franz Fanon y de otros revolucionarios. Una cosa llevo a otra y así terminé leyendo a Friedrich Nietzsche [filósofo que tuvo un gran impacto y que cambió por completo mi forma de pensar y ver el mundo], Jean-Paul Sartre y otros.

Hago un paréntesis: El hecho que no he trabajado para una empresa "grande, de prestigio" [propiedad de algún miembro del bloque hegemónico empresarial] no me convierte en un vago o en un ser improductivo. He trabajado desde los 18-19 años, he sido emprendedor [fui distribuidor de Apple para Latinoamérica desde 1998 hasta el 2009, tuve una empresa de carga en EE.UU., tuve una empresa que desarrollaba aplicaciones y páginas web, incursione en el email marketing ahí por el 2005, incursione en el Social Media en el 2010, y, actualmente me dedico a las investigaciones] Fin del paréntesis.

Si antes no había querido ser parte del status quo mucho menos después de leer a Nietzche, Sartre, Bagdikian, Orwell, Brecht, Hobbes, Hegel, Engels, Gramsci, Voltaire, Robespierre, Trotsky, Reclus, Malatesta, Maquiavelo, Bakunin… en fin no voy a seguir tirando apellidos porque no quiero que la gente me interprete como que me las quiero llevar de gran intelectual.

Debo aclarar que no soy genio [ni me considero como tal], soy un mortal, un nadie [como dirían mis detractores] que cuestiona todo, que si tiene una duda no se queda tranquilo hasta haber encontrado la respuesta a mi duda. No acepto ni creo las cosas de ipso facto… tengo que averiguar, leer por mis propios medios. No soy perfecto ni pretendo serlo, estoy haciendo mi propio camino y como tal he cometido errores [errores muy grandes de cuando en vez].

He visto las injusticias sociales con mis propios ojos, he visto la marginación política, económica, social y judicial con mis propios ojos. No estoy de acuerdo con muchas cosas [bueno, la mayoría de cosas], creo que tenemos algo pendiente que es la emancipación de los desposeídos, de los que no tienen voz, de los que son explotados, oprimidos, marginados, de los no privilegiados y por eso es que hace 5 años he empezado una lucha [muchos dirán que soy un Quijote luchando contra molinos de vientos] contra lo que a mi no me parece. Cambiar la tradición por el sentido común, romper con el monopolio sobre la “verdad” que los medios masivos de desinformación tenían [cosa que este año fue aniquilado y la información regreso al pueblo… a gente común y corriente].

Sueño con una democracia directa, una democracia real, una democracia participativa, un país de la gente y para la gente, un país que es de su gente y no de una minoría privilegiada [que considera El Salvador como su finca], un país donde las personas sean todas iguales ante la ley, donde la gente tenga libertad de expresión [y no de acuerdo al dinero que tengan], las instituciones, el gobierno y la economía estén al servicio de su gente y no solo a favor de unos cuantos, donde la gente pueda vivir con dignidad y sentirse orgullosos de ser salvadoreños… creo que lento pero sin pausa llegaremos a ello.

A los que me consideran loco yo les digo; no estoy loco, simplemente mi realidad es completamente diferente a la de ustedes. Mi objetivo es muy diferente al de ustedes, yo no quiero quitarle nada a nadie, solo quiero que el pueblo tenga lo que se le ha privado durante más de 194 años: Dignidad y el derecho a autogobernarse.


¿Es mucho pedir?

1 comentario:

  1. En pocas palabras soy otro Alejandro Muyshchondt excepto por lo de la musica punk y ska jejeje dejando fuera a green day

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